Cada cierto tiempo, para ser más exactos cada ocho semanas, la vida me concede el privilegio de tener un tiempo única y exclusivamente para mí.
El día anterior pienso en qué voy a ocupar esas horas. Preparo mi labor de costura , un libro, los auriculares para repasar las canciones que estamos aprendiendo, etc…
Pero tengo que reconocer que al día siguiente llegado el momento, miro lo preparado, suspiro y lo único que me apetece es cerrar los ojos , desconectar de los sonidos y conversaciones que la actividad en cuestión ocasiona.
Dicen los entendidos que no se debe mirar al pasado. “ Atrás, ni para coger carrerilla” es exactamente la frase que se utiliza. Yo no estoy en nada de acuerdo.
Para mi es importante poder echar la vista atrás. Imagino como si de un arqueólogo se tratase, como con cuidado y poco a poco voy limpiando las partes rotas con las que volver a formar el puzle de la vida, esta vez procurando no cometer los mismos errores. Hoy, me dispongo a ello.
Cierro los ojos, respiro y dejo viajar con libertad a mi mente.
¿Dónde me llevará esta vez?
Ella, muy lista, corre veloz al lugar donde cree que tengo algo pendiente que hacer o decir. Yo voy detrás, casi incapaz de alcanzarla y de pronto se detiene, me mira y dice: ¿Te das cuenta del paso tan importante que diste?
Al principio no entiendo lo que quiere decirme y me pongo a su altura, miro de frente y allí están ellas.

Mezzosopranos Guadspel Choir

Hace unos meses tuve que tomar una de las decisiones más complicadas de mi vida: Cambiar de cuerda en el coro. Llevaba tiempo rumiando la idea, de vez en cuando lo decía pero como muchas cosas, el momento nunca llegaba. Mi voz y mi corazón por distintos motivos en ese momento se resentían. Un día tomé la decisión. Miraba mi carpeta con los cuarenta y ocho temas que ya sabía y temblaba sólo de pensar en volver a estudiar todo de nuevo. Pensaba en mis compañeras y la tristeza me podía .
Llamé a la directora para comunicarle la decisión. Como era de esperar, ella me ánimo a hacerlo.
El lunes siguiente, en el ensayo empezaba una nueva etapa.
Me dirigí a mi nuevo sitio y allí estaban ellas, las mezzos.
Pocas veces me han recibido en la vida con tantísimo cariño como ellas lo hicieron. Estaban entusiasmadas de que a partir de ahora, formase parte de su grupo.
De pronto una sensación maravillosa me recorre el cuerpo, es AGRADECIMIENTO.
Agradecimiento por su cariño, por su ayuda, por hacerme un sitio desde el minuto uno. Por sus risas, su alegría, su humor, por obligarme a estudiar con ese empeño que ponen.
Cada lunes, dirijo la mirada a mi antiguo sitio. Ahora, desde donde estoy, puedo escuchar las voces de mis antiguas compañeras. Mirar sus caras, intercambiar miradas y alguna sonrisa.
Ahora siento que estoy donde debo estar. Mi voz y mi alma se han recuperado poco a poco.
Y si, reconozco mi valentía por la decisión tomada y animo desde aquí a que cada uno busque su lugar. Una sensación de paz es el mejor indicativo de la decisión correcta.
Agradezco desde lo más profundo de mi ser a las personas que me animaron a hacerlo.
De pronto vuelvo al presente cuando una mano toca mi brazo. Abro los ojos y escucho:
-¿ Estás bien?
-¡Mejor que nunca! Respondo

Mezzosopranos Guadspel Choir

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