Amanece un día más.

Carolina de Sur, año 1831.

Los esclavos se dirigen a la plantación, teniendo como único compañero de camino un ardiente sol que azota sus maltrechas espaldas y unas pesadas cadenas que se agarran a sus desgatados tobillos.

Será el  ardiente sol el que con su salida y ocaso, marque el inicio y el fin de la jornada de trabajo.

Emprenden camino y a medida que se dirigen allí, algo se empieza a gestar en su interior. Algo que empieza siendo un simple “Ummmm” y que enseguida se convierte en un canto cuya reverberación hace temblar los densos bosques de muchas millas a la redonda.

Casi siempre al llegar a su destino, ya han compuesto una canción en la que se muestra a la vez la más profunda tristeza y el más ahogado

Trabajo en los algodonales

 lamento, junto con la mayor de las alegrías. Este canto será la tabla a la que agarrarse para poder soportar el largo y duro día. En su música, podrán ahogar ese triste pensamiento que va y viene. Ese… “No podemos más”  que al unirse a la melodía se transforma en un…“Vamos hermano, algún día se acabará”. ¡Eso es esperanza!

En ese momento, suben la mirada al cielo porque saben que allí arriba hay un Dios que todo lo ve. Él guiará sus pasos. Su infinito poder destruirá sus cadenas. Un Dios al que no le importa el color de su piel y que les premiará con la libertad tan deseada en sus corazones.

No pueden ni saben escribir, pero estos cantos serán su legado. Pasarán a sus hijos y así de generación en generación. Pero no serán una semilla que siembre odio entre las personas. Ellos saben que habrá alguien que cogerá su testigo. Alguien que hará suyo ese sentir y entonará sus letras. Las canciones saldrán de nuevas bocas, nuevos brazos y nuevos ojos se elevarán al cielo y será entonces cuando por fin serán libres.

Trabajo en la plantación

Guadalajara, año 2024.

Ya no suenan los látigos que desgarren la piel de nuestras espaldas a tiras y machaquen nuestras almas. No hay cadenas que opriman nuestros pies. Ahora tenemos otros problemas. Somos un grupo de personas que formamos este coro de música Góspel.

Maratón de los Cuentos - Biblioteca Dávalos - 21 junio 2024

Cada tarde de cada ensayo, recogemos el testigo de aquellas personas. Juntamos nuestra piel a la suya. Transformamos su dolor en esperanza y como ellos, hacemos de la música una tabla a la que agarrarnos en algunos momentos y eso lo hacemos cantando.

En cada concierto de nuevo se estremecerá el sol y volverán a vibrar los densos bosques.

Concierto Ferial Plaza - 29 jun 2024

Y si al final conseguimos alegrar, aunque solo sea un momento nuestro corazón y el de las personas que nos escuchen, si conseguimos un solo instante que algo se mueva en nuestro interior, entonces ellos y nosotros seremos un poco más felices.

Gracias

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